ORÍGENES

         Trato de contextualizar desde una hermenéutica interpretativa simbólica el relevante descubrimiento del arte en sílex  realizado en compañía  del artista José M. Minguez.  Para facilitar su reconocimiento analizo la técnica de talla conque fabricaban sus herramientas de piedra desde un sentido creativo  como el  principal referente de la evolución cultural cognitiva de toda la prehistoria que dará origen al arte en sílex. Las extraordinarias y reveladoras imágenes que muestro son verdaderas y auténticas representaciones de este arte  circunscrito hasta ahora a Navarra y Burgos a donde pertenecen como patrimonio.

       En la base cultural de la humanización está la habilidad de la mano para fabricar  herramientas. La  técnica de talla por golpeo con la que realizan dichos útiles es el estilo humano de aprendizaje  cultural más característico de toda la prehistórica en la experiencia creativa y transformadora sobre el objeto con que operar sobre las cosas y apropiarlas a su mundo. Define un estilo contra natura, rompedor y revolucionario, que descompone en lascas multiformes la unidad natural de la piedra  para ser transformadas en herramientas, verdaderos artefactos a mano para la acción de nuevas funciones.

Con esta técnica de talla nace un estilo operativo  condicionado al uso de ambas manos que coordinan la relación entre dos objetos, la piedra que golpea y el núcleo del que salta la esquirla cortante del útil Si ya la piedra es símbolo del ser perdurable, la talla sobre la piedra del útil muestra la impronta original de esa característica capacidad transformadora que distingue y da hegemonía al hombre.
     
 .   Mirar el lado creativo de esta técnica de talla como sustrato estético fundamental  en el génesis y evolución del hombre, nos ayuda a ver mejor, más allá de lo utilitario, lo que, al no tratar de buscarlo, no hemos podido ver.  Las duras piedras talladas por el hombre conservan la memoria antropológica, cultural y creativa del origen del arte de ese paso en la técnica de talla de escultor de la herramienta al arte. En plena transformación del mundo y de si mismo no verá solo lo utilitario, los filos cortantes del útil; mirando también detrás van a ver perfilarse sobre ese fondo el universo de la representación. En las formas  de las piedras  en las distintas  caras de los útiles que talla en la experiencia con el objeto va  a ver duplicado su mundo según el relato sobre el arte de Vasari.

LA CULTURA DEL ÚTIL ACHELENSE

       El bífaz achelense como dice  Lakey  nace de patrones configurados en moldes mentales, el mismo origen que cabe dar a la bola o esfera. Poseen ambos útiles los atributos distintivos del diseño como son el lado técnico, la utilidad y la síntesis. Están sintetizando unidad en la versatilidad funcional e integrando totalidad.

        La capacidad sensorial y posesiva de la mano prensil aprehende y abstrae el sentido de esos patrones mentales, formas ideales materializadas de las esferas o bifaces que ya en la cultura achelense, representan más allá de la funcionalidad, un salto ontogenésico de confianza y conciencia de mundo. Después de la vista el sentido del tacto sobre la materia sería fundamental en los orígenes de este estilo  artístico que lo hará escultor antes que pintor.

        Cabría referir al hombre de la bola o esfera achelense lo que dice el hermeneuta Andrés Ortiz Osés del  hombre  que con la esfera en su mano aprehende el todo. Seria conclusión totalizadora utensiliar de herramientas únicas y totales .nacidas de un saber operativo que ha creado y afinado un sistema nervioso bien  conjuntado entre la mente  configuradora y la mano transformadora en una plena complementación psicofísica que les da apertura de conciencia y confianza para extenderse por el mundo.


     J.Oteiza describe la  forma de la realización  estética en base a totalizaciones conclusivas que  van complementando al hombre y su mundo, como un suceso de realización humana propio de la prehistoria más que de la historia donde el hombre en el arte no concluye. Aquí aparecen como primeras abstracciones dentro de  una verdad estética primaria.

DE LA HERRAMIENTA AL ARTE


     Hace unos 300.000 años, el hombre entra en el paleolítico medio con su desarrollo biológico consolidado como lo ve A. Leroi-Gourhan y el visionario y radioestesista navarro Cruz García. Un hombre nuevo con pleno dominio del fuego despega su gran potencial creativo en nuevas herramientas, estilos y formas en cuyas piedras va a mostrar los primeros indicios significativos de puntos, rayas y las primeras matrices simbólicas como la cúpula o las  primeras Venus.

         Muestra de esta época parece ser la pequeña figura de Venus en sílex de Berekhat Ram (Israel). En las piedras de los útiles, como un juego para su conciencia infantil, mirará  las múltiples, sugerentes y vagas formas de las piedras que talla, como imágenes del mundo de los seres con  posibilidades de recrear, atrapar y mimetizar como auténtica necesidad expresiva de significar, mostrar y nombrar su propio mundo. Algún mero retoque puede dar forma y sentido a la imagen representada.

.         La nueva percepción del mundo transciende lo meramente funcional y utilitario aparece el mundo de la ficción, y el mito que nacen con el lenguaje mitopoético del habla  y sobre todo  recreados en el lenguaje  del arte que vemos  eclosionar en el cromagnon el hombre nuevo del paleolítico superior integrado en sociedad  con el mundo de los seres en unidad y alianza sagrada con la naturaleza. Aplicable a este arte de origen, tan elemental, Cellini dice de la escultura, respecto a sus limitaciones, ser el factor básico del progreso, en referencia según Arthur C. Danton a los componentes manual y perceptivo; pero no resta valor a este lenguaje de la escultura el más lento y difícil según el escultor Jorge Oteiza.

       La  ecuación molecular  de Oteiza añade al binario de los seres reales e ideales, que hacen al ser abstracto, los seres vitales para formar  el ternario del ser estético: la unidad del ser estético receptivo e integrado que se corresponde con el artista que culmina en profundidad y altura el paleolítico superior europeo.

REFERENCIAS A ESTE ARTE


El libro de Simón Marchán La metáfora del cristal en las artes y en la arquitectura parte  del aserto de Kant de la configuración libre de las formas naturales como en la cristalización, de su finalidad estética, de los fines reales de la naturaleza para nuestro discernimiento estético. En el ensayo aparece el expresionismo utópico de Taut y su grupo La Cadena de cristal; sienten y viven esa conciencia infantil del ensueño, la fantasía y la ficción cuando están resaltando sus dos virtudes  distintivas: La ingenuidad infantil y las formas puras, símbolos como el cristal de la inocencia original.
 Nietzsche en Zaratustra apunta en un mundo futuro a una transformación cualitativa del hombre realizada  a través de las virtudes simbolizadas en el cristal, para aquellos visionarios lo nuevo era lo puro originario y cristalino, símbolo de una nueva era del espíritu que debería el hombre retroactivamente seguir tras su estela en dirección a lo religioso primitivo (H. Lukhardt) o de la humanidad primitiva, elemental, cristalina (A.Bene).  Como dice W. Worringer en Abstracción y naturaleza: Se trata de redimir al objeto de su relatividad y eternizarlo mediante un acercamiento a las formas cristalino-abstractas.     
El preludio del arte del cristal como metáfora se puede ver en el puro origen de lo humano en las piedras duras como el sílex  casi cristal donde el hombre  comenzó su experiencia estética sobre el objeto con la propia técnica de talla del cristal  la técnica de fabricar de los útiles para pasar de escultor al arte en sílex. En las sugerentes facetas y formas de sus duras piedras tan preciadas irían abriendo su sentido estético integrador con el mundo. Algún retoque oportuno puede definir un rasgo y complementar  el sentido de las formas casuales  dadas para la representación en el origen del arte.
El gran visionario Cayce descubre en clave metafórica este arte del cristal en su visión de la  atlántida cuando habla de grandes creaciones de cristal extrapolando el referente de ese arte escultórico que hizo al hombre a la arquitectura de grandes edificios, influenciado por la monumentalidad de la historia y la grandiosidad americana

Este libro de Simón Marchan está señalando este arte primero, elemental, metáfora del  cristal, del que vemos un buen ejemplo perteneciente a la cultura del Ebro de Navarra, en esta  extraordinaria  escultura árbol y pilar mítico que une cielo y tierra, arquetípico patrón original de otros modelos que vendrán como menires, betilos o los monumentales obeliscos egipcios y grandes  zigurats mesopotánicos..

figura 3         
figura 4



















      Esta hermosa pieza Nº 3 de 17 cms de altura-10 cms de ancho y hasta 5 cms en lo más ancho del perfil  representa el  eje del mundo unión de cielo y tierra representada con dos símbolos similares: La clara  imagen de pilar en el lado derecho y de arbol cuyo tronco curvado vemos surgir abajo en el lado izquierdo para acabar marcando su copa ligeramente significando la separación  entre ambos símbolos

    Analogía simbólica de columna y árbol unificando también el mundo subterráneo, terrestre y celeste. Hay que destacar el lascado  del lado inferior izquierdo delineando el tronco curvado del árbol. Y en el lado derecho esa línea recta, como eje central de la columna, ejemplariza y transmite toda la imponente fuerza de esta representación ritual de este centro y eje unificador de los tres mundos.

 J. Beriain en Producción de sentido. (Diccio. de Herm.) describe el ritual en la mítica creación de la columna cósmica como centro y eje del mundo: Allí donde por medio de una hierofanía se efectúa la ruptura de niveles, se opera al mismo tiempo  una abertura  por lo  alto (El mundo de los Dioses) o por lo bajo (Mundo de los muertos).

Esas aberturas se dan aquí en ambos extremos del lado del árbol, arriba conformando su copa y como oquedad debajo de él. Dándole la vuelta la abertura de arriba está en mitad de cuatro ligeros niveles de cielo apenas escalonados (fig.4). Hay una clara polarización muy patente de niveles y fuerzas distintas separadas por esa  franja protuberante horizontal representando la manifestación de la vida terrestre donde convergen las dos fuerzas opuestas del mundo inferior, telúrico con  el mundo superior y celeste.

Esta espalda de la imagen (fig.4)  reflejo de los mundos y sus distintos niveles complementa y potencia la mítica  imagen de unidad y ruptura de niveles de su par frontal que conforma la columna y árbol cósmicos (fig.3) como centro y eje del mundo e imagen sagrada de la unidad de cielo y tierra. Es formidable ver la perfecta coincidencia interpretativa de la hermenéutica con las grandes creaciones míticas naciendo en las fuentes puras del origen y dando a su vez  pleno reconocimiento y grandeza a este arte en siléx. .

REFERENCIAS DESDE LA LENGUA PREINDOEUROPEA VASCA


El mítico Eskulapio del Olimpo griego representante del poder curativo de la medicina está mostrando desde la filología vasca su ascendencia preindoeuropea de origen como imagen mítica del artista Esculapio que arriba al mediterràneo con el lenguaje de la  piedra en la mano como  dice su traducción; Esku se traduce mano y Lapio es referente de piedra Lapis, la que era en su mano todavía medio expresivo y comunicativo de gran potencial simbólico, el preciado oro de la piedra mitica del arte que cura. Como el Lapis de la alquimia es también el arte transformador  que une los contrarios, cura y hace al hombre.
  El Esculapio griego tiene su homólogo  egipcio Asclepios o Asklapios. Ha soltado Esku la mano por Aska de Askatu: liberar. Aska tiene otra palabra aferente Askai: constitución de persona. La auténtica función del arte de liberar y hacer  hombre significadas en las palabra Aska - Askai nos revela su origen en esta técnica de talla por golpeo que define la palabra KASK.
Lo que sobresale del hombre las manos y en la cabeza el continente mental del cráneo son en su interrelación el  referente  de la evolución y el hecho humano 
 La onomatopeya Kask, referente al estilo y la técnica de talla más común y ordinaria de toda la cultura prehistórica entra en la lengua como imagen acústica del momento creador que transforma la piedra en útil y posteriormente en  escultura tallada en sílex por el golpe Kask entre dos piedras. Como efecto que tiene sobre el desarrollo de la mente y el cráneo va a generar la metonimia  Kaska cráneo en eusquera y Casco también en castellano nacidas por causa de esta técnica escultórica. En el cráneo Atlante de Burgos se realiza, conjuga y recrea esta metonimia. Otra metonimia da nombre al pueblo de Cascante en la ribera del Ebro por causa de las canteras de sílex de su alrededor origen de asentamientos permanentes y de escuela escultórica de talla por percusión Kask; ante como arte se traducen del vasco: habilidad. Para Jacobson la metonimia se corresponde con la ciencia y la metáfora con la poesía; así se demuestra la importancia de este estilo en el hábitat paleolítico.     

 Las mismas palabras arte, pintura o escultura y otras derivadas tienen raíces preíndoeuropeas y otras más, vascas y castellanas a la vez; Lapi(t)z se traduce al castellano como Pizarra y ya en la lengua vasca unificada  tiene además el mismo significado  castellano de piedra de grafito  o lapicero. Ambas palabras Lapiz y pizarra  se han acoplado a los tiempos como herramientas  expresivas  del lenguaje  escrito o figurado pero no han perdido el significado más auténtico en su origen paleolítico como piedras o técnicas del arte. Lapis contiene como  Pizarra su misma raíz vasca PIZ de piztu encender, alumbrar; mientras el prefijo LA de Lapis y  la sola letra L se intuye referente de abstracción aplicado a lo superior.

   En la  cueva santuario de Lasko seria referente respecto a la  belleza; Pero  sería la palabra Lasca  el referente manifiesto de esta piedra del arte  o Laska como significado original. Al ser el arte de las cuevas el preponderante y el más propio del hábitat de montaña donde el preindoeuropeo pervive entre los vascos,  el euskera pierde esa palabra Laska y también la de Pizarra perfectamente conservadas en castellano. En Pizarra arra  define  el espacio del plano que la cualidad propia de la pizarra al quebrar formando superficies lisas revela como plano perfecto para el grabado por incisión.    

ATLANTE


Adorno describe al arte como historiador inconsciente de su época mientras Eliade ve el mito de la atlàntida como historia relevante de la prehistoria.  Nombrar Atlante a la representación de este cráneo de unos 25.000 años (Fig.5) es identificarlo en la historia relevante de los grandes creadores  para tratar de leer esa historia que nos cuenta su representación. El hombre prehistórico, en sociedad  con la naturaleza y su verdad, lleno de asombro ante su belleza, en plenitud de conciencia infantil ha desarrollado el gran potencial de sus niveles vital y afectivo para despertar en el  nivel mental, tratando de expresar, como buen artista, sus experiencias  esenciales mediante esta representación de lo mental que es el cráneo. Dilthey llama interpretación al comprender artístico /técnico de las manifestaciones de la vida fijadas de un modo permanente (GW VII 217) .
figura 5

El artista trata de responder a esa extraordinaria llegada a la mente a lo superior de la mente creadora tratando de que sea las propia naturaleza accidental de la piedra la que exprese y de sentido a la representación. Copia la estética de la naturaleza como sugiere Kant, expresando ese lenguaje simbólico de sus formas naturales, como pueden ser  corticales,  geodas, etc. que se integran como referente estético y son la causa de la representación Lo verificamos viendo esa cara oculta no visible y soporte  del bulto redondo totalmente  lisa, sin esas formas visibles y accidentales símbolos fundamentales de la representación. Sin embargo esta cara soporte sí posee equilibrio y armonía base de una mente estable y bien centrada. Este armonioso trabajo de lascado de la cara no visible converge en un punto  central sobresaliente situado en la mitad de su anchura que suma 11cm. y mitad asimismo de su largura que suma 22 cms. una perfecta simetría de la base sobre ese punto soporte de equilibrio y tensiones. Habiendo podido prescindir de efectuar tan perfecta simetría en esta base soporte no visible no eluden la  dificultad de talla de tan grandes lascados preservando desde su base un  orden simbólico y un equilibrio perfectos que es la demostración más irrefutable y evidente de su autenticidad además de resaltar la elección previa de esas formas casuales elegidas como el tríptico o la geoda trasera tan cargadas de simbolismo.

La filosofía moderna reflexiona sobre el hombre como ser en el mundo en una común relación de concordancia con  el ser en el lenguaje.  La mano derecha, la mano dominante más hábil y posesiva para su apropiación de mundo, se conexionará más con el hemisferio izquierdo  donde están las zonas más específicas del lenguaje. Ese lado izquierdo (Fig.6) representa la interacción más activa y consciente con el mundo. Aquí se manifiesta ese mundo humano en forma de tríptico enmarcando en su interior la cortical fiel reflejo de una naturaleza interiorizada y convivida como alianza sagrada de sociedad.  Este tríptico que vemos aquí en formas irregulares(Fig.6) tiene el mismo sentido de sacralidad y transcendencia que los trípticos  del arte religioso medieval y se complementa con ese plano superior de  dos caras formando un arco semicircular que define  ese lado izquierdo del cráneo semejando la bóveda celeste. Los mismos agujeros  en la cortical son muestra de esa apertura mental de la conciencia a lo superior
figura 6

     El cráneo sobresale por ser  lo más alto del hombre como un reflejo ascendente de ese fondo cóncavo del cielo. Ahí arriba en el lado derecho en esa estancia superior del cráneo, descubrimos a Urano en ese par fundamental del fuego y el agua como primer Dios celeste preindoeuropeo. Urano- vascofonía de ur agua y de an: allí, el sol, cuando este ni se nombra, se señala.

      Esos símbolos esenciales del sol y el agua no se pueden dejar de señalar sobre todo en el hemisferio derecho del cerebro lado del inconsciente donde aparecen zonas más claras y vidriosas así como algunas líneas formando franjas onduladas en representación del agua; el amarillo símbolo solar  lo vemos presente en toda la pieza incluso en este lado derecho con  zonas negras más quemadas a  causa del uso del fuego, seguramente para su calentamiento como técnica facilitadora del lascado pero dado a su vez  como símbolo fortuito manifiesto al servicio de representación. Seguramente este calentamiento provocó una grieta en el centro y hubiera roto en pedazos el nódulo de sílex - sino hubieran elegido este núcleo de sílex específico  por causa de un material distinto formado por un magma de gránulos amalgamados que, como auténtica soldadura autógena, da a la pieza una solidez y unidad  indestructible. 
figura 7

En este cráneo, cavidad del cerebro, el artista encuentra la respuesta a su llegada la mente y a la pregunta sobre la extraordinaria realidad de esa llegada en plenitud y autenticidad vitales siendo muy capaz de representar como buen artista lo esencial de la mente. Y quizá lo mas esencial sea esa geoda central trasera que además sobresale quedando  fuera de la anatomía física craneal que debería haber tallado hacia dentro desde la nuca donde comienza la geoda.

Han magnificado esta geoda (Fig.7) de forma tan sobresaliente para representar esa experiencia tempiterna  allí donde la  sitúa la sabiduría oriental, , detrás del mundo  fenoménico  y detrás e incluso fuera del cerebro mismo  ese fondo de la vacuidad,  de no mundo ni circunstancia, de no mente ni pensamiento como realidad del ser, solo conciencia, verdad primordial tan buscada y nombrada  por el Zen en el dominio de la mente. La geoda oval  aparece aquí ocupando un espacio físico  para llamar la atención como todo símbolo sobre lo que  esconde de si mismo: ese fondo de la conciencia, realidad esencial tras la desidentificación con las cosas y el desapego  de los sentidos. 

La geoda es el crisol que irradia  en silencioso vacío  la pura conciencia de aquella  vivencia ancestral tempiterna . En esta geoda sobresale en la parte superior un material distinto que parece hecho de pequeñas huevas fundidas e irradiantes que rebosan la geoda para soldar esa unidad imperecedera de origen; Debajo rodeando la mayor parte de la geoda aparece una franja blanca hecha expresamente a base de limpiar las huellas del fuego corroborando una correcta interpretación ya que está representando la confluencia de energías, símbolo de iluminación, halo irradiante del ser como esa aureola que rodea detrás de la nuca la imaginería de culto cristiana. Se ha dejado de completar la forma circular por respetar la carga símbólica de su parte superior además de carecer de superficie lisa. 
 Surge  una nueva verificación cuando leo que aparece,sobre los seis chakras tántricos de base como culminación del kundalini, un séptimo chakra situado fuera del cuerpo sobre la coronilla que culmina en la hiperconciencia. La experiencia de lo sagrado y  fenoménico del mundo celeste de Urano y del mundo de la naturaleza en el tríptico terrenal quedan transcendidos en  la llegada y el despertar a  una mente natural, no condicionada,  a un  nivel mental superior de silencio transcendente; el mismo despertar descrito en el Samadhi y el Satori fiel reflejo de la mente de Buda. Se corrobora en esta escultura de 25.500 años la acertada visión de Imanol Bixente situando dentro del preindoeuropeo  cromagnon protovasco, la cuna del tantra. Seguramente esta escultura  sería referente ritual de culto al cráneo, ya nombrado por Leroi Gourant  y como evocación de los ritos de  creación o de iniciación en la magia tántrica .
                                                         
Desde la filología vasca preindoeuropea - lengua hablada en Burgos, según algunos,  hasta  la romanización –  podemos traducir las vascofonías toponímicas  de  ríos, lugares y pueblos en gran parte de Europa. Burgos se traduce cráneo y literalmente arriba de la cabeza. Bur viene de buru cabeza y go  arriba.

EL ÚTERO DE LA FECUNDIDAD


La naturaleza ha regalado este nódulo original de sílex (Fig.8) como una copia natural casi exacta del útero de la fecundidad y el principio matriz de la fertilidad. Sin embargo esta representación donde la cortical está presente en toda la pieza incluso contorneando aunque minimamente todo el trabajo de lascado de la parte superior ha sido recreada y acabada con especial mimo y cuidado en un trabajo muy matizado en los distintos niveles y texturas con la limpieza inferior, desbastado en el centro o lascado superior de las corticales . Representa la fecundidad  idea central del paleolítico  el símbolo del arquetipo matriz sustentador y creador de la vida y quizá memoria conque celebrar el ritual dela creación del mundo. Esta escultura de la gran madre es única con respecto a la gran extensión de las venus más o menos antropomorfas. Este útero  matriz en las entrañas del cuerpo femenino emerge desde abajo en la  oscura cueva madre materia y vulva para ascender a la más pura y grande   manifestación de la vida en la blanca cara superior donde las diminutas formas centrales parecen brotar a la vida como  seres en expansión creciendo sin limites hacia fueraen esos mayores lascados ovales  hasta cubrir la parte superior como una pura y fecunda concepción renaciendo en el espacio celeste. 
figura 8

La  vulva de la parte inferior es también parte del refugio cueva que se abre al exterior en la  parte frontal formando una hermosa bóveda, pórtico central de entrada. Dicha cueva símbolo también del útero de la tierra conformada por la oscura brecha trasversal de la vulva(Fig.9) es el refugio sagrado para el ciclo de la vida, la muerte y el renacer, como retorno al Útero en el corazón de la gran madre. Distinguimos lo más básico y fundamental de este bulto redondo ese principio matriz sustentador de la vida y útero de la fecundidad de  madre dadora en una naturaleza sagrada donde está la creación del mundo humano,

figura 9
   Esa armonía afectiva tan entrañable que respira nos hace ver su forma de corazón que  parece impregnar  y dar vida a la materia en esa textura porosa de su cortical desbastada como suave piel acariciante que se hace más eterea y casi transparente en la brillante y luminosa blancura superior en ese renacer de ser ya hijos de la tierra a alcanzar adenás a ser hijos del cielo. También visualizamos como lo haría el escultor un cráneo pero no antropomorfo como el Atlante sino un cráneo genérico como corresponde a la  visión global del mundo humano en alianza sagrada  con la naturaleza  y su dependencia para el sustento de su fertilidad y la fecundidad necesaria de los animales. Este cráneo genérico representa el cerebro instintivo, el conocimiento como llegada a lo superior y también al arte desde lo instintivo. El regreso al útero es el pensamiento paleolítico occidental que  vemos en esta representación del útero como retorno al potencial del origen a la plenitud de este mundo humano que se eleva y transciende con el hombre.

 Pieza fundamental dentro del contexto distintivo de fertilidad análogo al de las clásicas Venus. Suple  con creces la  carencia de estas por la gran  riqueza simbólica expresada y recreada en este nódulo de Burgos de  S. Pedro de la  Fuente Un patrimonio de extraordinaria riqueza artística y simbólica, herencia y memoria de aquellos creadores  solutrenses.

  En el vértice de la parte inferior ángulo del triedro (Fig.9) se aprovecha una oscura oquedad para completar la unidad de opuestos con la talla y extracción de su  mitad blanca dentro de una  hermosa cúpula que da unidad,  potencialidad y hondura a la básica imagen inferior donde está el factor determinante de la escultura; esa brecha de de la genitalidad femenina interior de la cueva cuya oscuridad será fuente también de iluminación.
  
He contactado con un técnico arqueológico  y me pide  demostrar lo que parece  objetivamente obvio y evidente que este esmerado trabajo para elaborar esta representación e igualmente la formación de las cúpulas está hecho por la mano del hombre y no por la acción de los elementos dentro de  un proceso natural- según me explica el perito con palabras técnicas -  que produce el desprendimiento de materiales en  la  superficie de algunas piedras duras como el sílex  dejando el  hueco o negativo correpondiente en formas y tamaños distintos.
figura 10

 Ese mismo proceso - me dice el técnico – hubiera sido la causa de la formación en la parte superior de esta pieza (Fig.8) de esas formas y  oquedades y  también  causa de la formación de las cúpulas. Sin  dudar nada de la existencia de este proceso  en el sílex, ciertamente factible en la formación de cúpulas salteadas y disformes pero no en  formaciones análogas a esta; 1º por su  tupida trama, 2º  por una dispar homogéneigad de tramos superficiales casi lisos  con tramos  de  lascados mayores y  continuados 3º por no darse igual proceso  en la mitad inferior de la pieza que conserva la cortical pero con dos caras distintas: una la que representa la vulva o interior de la cueva aparece con su oscura cortical original; y en la cara intermedia  se  aprecia una cortical muy lavada  y desbarbada por golpeo pero con otra faceta cortical distinta. 

La representación de esta escultura surge  de una intencionada y esmerada ejecución aunque sabemos estaba ya dada y sugerida por la naturaleza. Es totalmente imposible ver  otra cosa que no sea arte escultórico Se requiere gran  esmero y sentido estético para realizar un acabado de matices tan cuidados tratando de resaltar en esas tres caras tres formaciones de coloraciones y texturas también distintas: lo oscuro y rugoso inferior con el negro abrupto de la vulva  contrastado con la blanca y suave textura  de la parte lascada de arriba. En medio con un color menos claro y una coloración más terrosa aparece una cortical desbarbada con una limpia textura  macroporosa con un sentido absolutamente incompatible con cualquier proceso de formación accidental. Es plenamente casual encontrar media cúpula en el vértice inferior(Fig.9) pero  también es realmente la causa y motivo de su plena y perfecta complementación imposible de ser ejecutada sin intencionalidad.

PIRÁMIDES Y ESFINGES


 La más extraordinaria representación de Egipto la pirámide es un legado que vemos partir  de aquí en Navarra en la cultura del Ebro  Se prueba y ratifica lo descubierto por.J. Oteiza  el gran aporte cultural parte de aquí  a Oriente en el preindoeuropeo vasco dentro de la gran aventura mediterranea en busca del sol. Egipto, donde todo gira en torno al sol, recibe también el legado de la cúpula con la esfera como signo solar en el centro, tomando este símbolo del uno todo como imagen sagrada del sol, del Dios Ra. Incluso recoge en el escarabajo empujando la bola de excremento  el mismo sentido excrementario que se esconde en el sol (eguski) del mito solar vasco recreado por Bateille.

Hemos visto una muestra de ese legado mítico, simbólico y estético en esa extraordinaria columna y árbol cósmico (Fig.2-3) modelo original y  símbolo mítico que devendrá en Menhir betilo, obelisco o zigurat. Hay un sustrato  lingual que traduce esa influencia  desde el preindoeuropeo vasco en la palabra  Pelasgo: Pela = Gran pedazo y go: superior, puede tener ese referente de gran zona de influencia superior mediterránea. La traducción en preindoeuropeo  de EGIPTO: egi de egia (verdad) y peto (igual): verdad igual es la traducción de esa influencia y semejanza simbólica y arquetípica  que exponemos. Ya hemos visto al Esculapio egipcio Asclepios o Asclapi(o)s conservando el lapis la piedra curativa del arte y cambiando (Esku) la mano de Eskulapio por su acción liberadora (Aska).

figura 11
Mucho antes de aparecer en Egipto las primeras pirámides las vemos aquí mostrando su origen asociada con la montaña y conformando su lado derecho. Luego vemos representadas la forma piramidal en dos pequeñas piezas de sílex de finales  del paleolítico superior.

Pero contemplamos dos piezas de 8 / 5`6cms  8(Fig. 11) y 12 / 9`5 (fig.12) mucho mas arcaicas, muestras  de una cultura funeraria más originaria, que parecen compendiar en ellas la prerrogativa protectora de la esfinge vuelta sobre si en ángulo agudo quedando la cabeza como  vértice dando lugar a la forma triangular de la pirámide que vendrá.    

figura 12
En la primera imagen de la montaña - (Fig.13) el triángulo pirámide  además de conformar la  montaña converge en la mitad  del refugio  cueva a la vez  centro y eje del mundo lugar sagrado refugio para los vivos y sobre todo de acogida  donde enterrar a sus muertos.  A ese centro del mundo asciende esa línea vertical para unirse también  con la línea horizontal izquierda y la derecha que delimita la pirámide y el refugio  de la montaña.  . En la lengua vasca este espacio estético unificador es << erdi centro y se da una identidad de significado ber (mismo) berdin (idéntico) entre dos sentidos distintos de un único punto de referencia.>> Joseba Zulaica – TRATADO ESTÉTICO RITUAL VASCO – 2142 – Ed. Baroja.




figura 13

figura 14

Ese erdi (centro) que unifica e iguala  berdin  la pirámide con la montaña viene a significar en esta imagen ese centro superior, ombligo  del mundo, símbolo que vendrá a llamarse ónfalo  centro cósmico<<donde se produce la comunicación entre el mundo de los hombres , el de los muertos y el de los dioses>> (Cirlot en diccionario de símbolos). Los primeros santuarios son las cuevas donde toda la realidad  del mundo humano se integra en un mundo paralelo mítico superior y sagrado. En este centro, refugio y  santuario es el referente mítico de los grandes  ritos  como los ritos de paso o enterramiento.

Lejos de las cuevas en la cultura de los llanos del Ebro de Navarra el hombre paleolítico concibe ese espacio sagrado recreando su propio centro  santuario  en las puras formas del triangulo piramidal para suplir a ese templo de la naturaleza la  montaña refugio cueva  no disponible en su hábitat. De esta cosmología matriz de origen nace del triángulo pirámide primer templo concebido por el hombre fusionado con la imagen de la montaña.   En el plano algo dañado del triángulo pirámide se aprecia la representación  de algunas aves en vuelo. El declive de la montaña lo forma la  imagen de una  hoja
.
En la otra cara de la misma  pieza (fig.14) aparece únicamente la imagen de la montaña que se eleva y  parece flotar sobre la representación de una barca definida en  la parte inferior bajo  esa  franja   horizontal. La barca vehiculo de salvación para dar el paso postrero a la otra vida en Egipto la recoge Cirlot en su diccionario según Bachelard como cuna recobrada  y claustro materno  

figura 15
 Mucho antes del transcendentalismo religioso que viene de oriente el artista ha liberado un  espacio sagrado de absoluto estético. Worringer da la palabra a Rielg: El ideal arquitectónico de los antiguos egipcios probablemente alcanzó su más pura expresión en el monumento mortuorio de la pirámide.

Bastante característico de este arte y destacable sobre todo en estas piezas es  la fusión de  abstracción y naturalismo que son para Worringer los  dos estilos antagónicos del arte.



figura 16
Martin Lings dice en Símbolo y Arquetipo –pag.68. << Toda obra maestra del arte tiene dos mensajes, uno de ellos más o menos común entre sus pares y otro más o menos propio de sí misma y es ese mensaje compartido global y sintético el que nos atañe aquí. Hay algo en cada uno de sus logros que nos fuerza a reconocer que la obra en cuestión ha caído del cielo y se trata del lenguaje de los dioses.>>  Aquí el lenguaje superior del arte es de realidad emergente  El mensaje propio deja ver esa relación  de sociedad que se  establece a través de ese centro superior de la montaña sagrada que es además centro unificador de dualidades integrador de mundos   y de analogías simbólicas como principal mensaje de este lenguaje de unidad característico de este arte en el origen. Definir las dimensión simbólica de la  pirámide en el plano de un triángulo es recoger lo esencial del signo dado lo dificultoso de conseguirlo en volumen. Dos pequeñas piezas de sílex de parecido tamaño: 7 cms. de largo ambas por 5`3 y 5`8 de alto plasman distintas formas de interpretar este arquetipo.


figura 17
La primera  pieza vista por ambas caras en las dos imágenes de arriba.  tiene plena referencia analógica con la clásica pirámide egipcia y  con la esfinge que aquí aparece integrada como león guardián  La base en forma curvilínea acaba con borde agudo y puede sugerir una barca que en Egipto es común en las tumbas como barca de Ra. La única semejanza con la otra pirámide de abajo está en el lado más largo del triangulo que cae hasta el extremo inferior en línea recta acabando en una cavidad o hueco con  restos de una geoda y distintas esferitas y rodeada de signos, el solar es claro y un cuerno  así como una posible cabeza de caballo y una de carnero. Es una muestra de ese mundo  mágico, ctónico  y matriarcal preindoeuropeo, el mismo mundo regenerativo de Osiris de paso al eterno renacimiento. En la imagen 1ª de arriba (Fig.15) en el lado izquierdo de la pirámide asoma el cuerpo del león  perfilando su cuerpo y su melena. En el plano  lascado del otro lado en la 2ª imagen (Fig. i6) bajo el vértice en forma de cabeza resalta un pequeño rectángulo caja o féretro significando la función mortuoria de la pirámide y que aparece asomado al borde lateral derecho. En el otro detalle con dos lascados conforman un ahuecado redondeando el morro del león siguiendo la línea que sube contorneando su cabeza  para unirse en la frente del león donde se corta el triángulo pirámide   del lado derecho. La tumba y su león protector   que perfila su cuerpo en el extremo de  la pieza de esta prodigiosa representación es copia exacta del Egipto del valle de los reyes  ese valle de Guiza que parece rememorar  esa vieja verdad  de la experiencia tempiterna de inmortalidad.

LA LENGUA NACIENDO EN EL ARTE


A diferencia de la pintura de las cuevas, donde el hombre se distancia del mundo ordinario en busca de un espacio intimista ascensional, más sagrado y metafísico, dando vida en la cueva santuario a sus animales tótem y a sus mitos, con los  que se elevan, haciendo  de las paredes y techos  el cielo donde pintan, como dice Oteiza, el arte en el sílex reproduce  también todo ese mundo animal   donde abunda el mundo de las aves ayudando a elevarse al hombre. Este arte más complejo y difícil está más cercano a la inmediatez del mundo  cotidiano a un modelo expresivo de un lenguaje fuertemente simbólico  que naturalmente se vera reflejado en el habla.

figura 18
El objetivismo táctil del hombre escultor está más  ligado a las formas sugerentes de lo táctil para sentir  ese  mundo irradiante de la materia transformado por su mano en el preciado tesoro numinoso del arte. Valorando plenamente el esplendido arte parietal y mobiliar clásico de las cuevas de un perfecto realismo naturalista como foco y escuela de cultura tendría  seguramente tanto o más importancia simbólica e interés cultural este arte en sílex como nos revelan  piezas como estas de la ribera del Ebro de Navarra. Una muestra reveladora del nacimiento de la lengua desde el arte la vemos en la pequeña lasca de finales del paleolítico de la parte de abajo (Fig.19) que acompaña a esta imagen mucho mayor de  bulto redondo del águila de Cascante de alrededor de 36.000 años de la figura 18 que analizamos.

figura 19
En esta representación de 17cms por 12  de alto y 10 de ancho  se puede decir que  no está la identidad del sujeto  hombre  sino la creación, la naturaleza creadora aliada con el hombre en la experiencia objetiva que expresa esta imagen  dada casi de forma natural en el nódulo original como lo muestra la presencia de la cortical  en todas sus caras excepto en la cara de atrás que rompe separándola del nódulo. Hay tres partes señaladas y claramente elaboradas la parte de la cabeza, la parte de la esfera solar que atrapa con sus  garras y sobre todo han trabajado el relieve que forma el alerón en cuya parte de atrás aparece como efigie de renacimiento otra nueva cabeza de águila silueteada como ave fénix capaz de resurgir de sus cenizas para renacer cada día. En este arte no destaca tanto como en el arte de las cuevas la riqueza expresiva y plástica sino que trata de representar, dada su tosquedad y su dificultad expresiva, como ocurre en los dibujos infantiles, lo más característico y   esencial quedando más señalada su carga simbólica. En la forma abstracta de la cabeza no deja de señalar  el pico en su extremo no visible en la foto (Fig.18) donde destacan sobre todo  esas  características  más propias y distintivas del águila  como el ala de su poderoso vuelo desplegándose para el vuelo de más altura  o como esas potentes  garras que vemos atrapando con ellas al mismo sol en su forma de esfera. La pequeña lasca inferior muestra también las garras del águila   ARRANCANDO  la puerta del sol que agarrará de las mismas entrañas de la tierra en su misión de alumbrar el tan ansiado nuevo día.

 Dominando el espacio celeste  vemos al águila representada como la gran cazadora, el ave símbolo de la altura, de lo espiritual. Pero es formidable ver  hoy en día 35.000 años después, estatuas semejantes a esta con su antigua identidad solar de la esfera entre sus garras. Asimismo aparece nombrada en  la lengua vasca el águila solar: Arrano (Aguila) Eguzki (sol).  Anterior al mito solar de Eguzki el viejo mito olvidado  del águila solar ya llevaba el sol  en la palabra Arrano como lo descubre Oteiza  en sus raíces  de Ar: hueco del cielo y An: Allí el sol, cuando deslumbrados por el asombro ante él apenas se nombra se  señala como insondable misterio sagrado de la  vida.

Vemos esta pequeña representación de la imagen 19 de 5`5cms por 4`7 de alta definiendo claramente la entrada en la lengua de la palabra arrancar tan castellana y tan vasca.  El águila está representada en la parte superior perfilándose  con la cabeza en el lado derecho y sus alas extendidas arriba en el lado izquierdo. Debajo, donde mayor relieve y grosor  cobra la  pieza, unas pequeñas muescas trabajadas sitúan en  su borde las garras del águila levantando la pared formada por la geoda de cuarzo iridiscente. El mito solar del águila  capaz de mirar al sol de frente, la  sitúa en los confines  de los montes y las tierras, allí   en el oriente   profundo para ARRANCAR alzando con sus garras la puerta  del sol y al mismo sol naciente  y abrir  el milagro del día,   Con el rango de ser superior capaz de asumir  la potencialidad creadora  y hacedora de lo fenoménico, el águila: ARRANo cobra el poder original de  la causalidad misma, creando en lengua vasca  del sonido del cencerro Arran o la belleza del Arco Iris: Arranbel y  es causa  del movimiento y la acción original  representada en imagen  creando la palabra  ARRANCAR vasca y castellana que vemos nacer desde la representación artística con toda la  auténtica  originalidad  de la imagen  mítica.

PUNTOS CÚPULAS Y ESFERAS


El punto es la mínima expresión en la dimensión formal y temporal. Los primeros signos como
el punto la línea  y más tarde la cúpula  la esfera  aparecerán  seguramente  en el plano de las piedras como el sílex. De la  materialización funcional achelense el punto de las puntas y bifaces  y la esfera africana   pasarán  a transformarse para representar   en el plano de la piedra el dominio espaciotemporal el espacio donde la esfera  se hace astral al aparecer en los bordes de la cúpula , cobrando sentido metafísico manteniendo su sentido de totalidad Sí la punta irradiante del bífaz achelense se extiende abriendo el espacio de un mundo humano el punto  desligado de su función práctica utilitaria en el plano de la piedra cobra vida propia determinando el espacio y  situándose como centro y principio  de la representación artística. De ese principio de unidad sin tiempo como una expansión del punto aparece la cúpula definiendo un  espacio estético  que con la esfera en sus bordes parece señalar un tiempo humano. Manifiesta la unidad y la totalidad, el uno todo, una rica polisemia, potencia, mente receptiva y conclusión estética.
figura 20

figura 21

 Estos símbolos primeros tan fundamentales ocupando  el espacio en el plano muestran ese firmamento  de percepción simbólica característico de la unidad y plenitud originales. La lengua vasca define muy bien la entrada en el tiempo y en su dominio del espacio sin tiempo cuando reconociéndolo lo sitúan en ese punto intemporal del instante sin dimensión con el que nombran el acontecer del día como un verdadero acontecimiento de vivir la  suerte del instante; el Día se dice EGUNE en euskera EGi es raíz  de EGIN: hacer, de EGIA: verdad y está en lo visual de ojo: BEGI.  UNE dice instante y suerte de forma que define una rica congruencia polisémica  aunando el factor suerte con el instante  y recalcando la acción creadora en la traducción egune dia como  momento hacedor o como  verdad y visión del instante en el dominio del tiempo eterno vivido desde el punto del no tiempo, con que define el gran maestro Antonio Blay la intuición del punto   como negación del tiempo en la experiencia profunda del instante.(pgs. 81 y 82 de CONCIENCIA AXIAL Eds. Indigo). Una lasca en sílex  (Fig.20) de Cascante con abundantes puntos y alguna cúpula; al lado (Fig.21) representación en  el centro de esta lasca de sílex burgalesa de la típica y arquetípica cúpula con su esfera astral, así la nombra Minguez, pegada al borde.  Sobre esa base en su cara de al lado aparece la  mítica montaña flotante con scúpula oval en medio de la ladera derecha.
  
El mito de fondo donde todo el potencial del mundo experimental queda implicado emergiendo fortalecida la realidad arquetipal, está en el uno todo de la cúpula reflejo de la unidad superior  de la mente profunda. Sin embargo la realidad aparece en la forma dual de opuestos; Por eso  la función de la cultura mítica es integrar y salvar esas realidades para que confluyan en la unidad del uno todo.
 La primera configuración conclusión estética totalizadora  representada se podía definir como imagen del vacío en redondo que Heidegger contempla como conclusión estética  y  Oteiza ve concretado  en los cromlechs vascos. Ahí en la cúpula central está la clave para remediar la enorme tensión que el triangulo frontal soporta. Es el fondo ontologizador que a la vez que potencia los contrarios los une lo que va hacia arriba  con lo que va hacia abajo hacia fuera o hacia dentro como solución y conclusión estética de la unión de los contrarios en esta representación.  Este arte no  reconocido todavía nos está mostrando  claves fundamentales  de la experiencia estética; una verdadera realización experimental del vacío  en redondo como solución de unidad de los contrarios en la perfecta interpretación de la cúpula el símbolo primordial  con mayor potencial original  de la historia cultural de la evolución. 
figura 22

Aquí está definiendo esa totalización conclusiva realizando la unidad  del ser estético,  en modelo de hombre natural de hace más de 30.000 años  equiparable a ese otro hito cultural  del Tao en su unión de los contrarios Ying y Yang, muestra también de esa unidad  antes de la comprensión estética y filosófica  que  Oteiza como Heidegger tan bién definen. El dualismo semántico de lleno y vacío se traduce al euskera bete-uts. Hay una palabra castellana y latina –vetusto- que puede ser referencia semántica de esta mítica unidad  original de la cúpula y la totalidad de la esfera. En forma de leyenda tenemos esa palabra del francés antiguo Grial traducido como recipiente en forma de copa; es un círculo en redondo, con la misma conclusión estética que defienden Heidegger y Oteiza. Puede ser también memoria de ese potencial simbólico que fue la cúpula como conclusión estética  de unidad de hombre, esa unidad perdida que el cristianismo vuelve a unir, religar en unidad con Cristo, convertida en  leyenda  referida al cáliz donde José de Arimatea recoge la sangre del crucificado. 

COSMOVISIÓN DE CABALLO CON BATARRABI

figura 23

Oteiza descubre el arquetipo de una  cosmología original vasca de una cultura que llama del cielo. Del hueco madre del cielo (Arra) surge de un cielo dos: traducción de Batarrabi - el día (el sol)  y la noche (la luna);  y en ese cielo de los dominios del águila Oteiza coloca elevado en todo lo alto del edificio espiritual original vasco  el caballo tótem de nuestra prehistoria. En esta pieza pilar triangular (Fig.23) están perfectamente representadas las dos imágenes; en la mitad inferior del pilar, el Batarrabi simbólico del sol y la luna en el centro de dos cúpulas unificadas y en la parte superior derecha resalta la cabeza del caballo sobresaliendo  un poco desde su boca el recto perfil frontal de su cabeza. En ambos lados las líneas se curvan para subrayar y recoger reverentemente la cabeza del caballo.

 En esa parte inferior de la fig. 24 llama la atención un distintivo saliente en el pie de  la base derecha  indicativo de ese mundo  subterráneo, telúrico, generatriz  y emergente que  vemos en este pequeño grabado triangular abajo en la base en fragmentos mas o menos oscuros de geoda  formando pequeñas cavidades de ese mundo inferior de tanta potencialidad. Así se complementa la unidad de la pieza en un todo de mundo celeste y terrestre, dia y noche y como composición entre el contenido cosmológico y totem y la forma tridimensional y ascendente.  Este pilar  triangular, elevando  al cosmos  esta estatua de caballo del tamaño de la mano del hombre de  9cms con lados variando sobre 3cms de anchura, entra dentro de las características   del arte escultórico más original y sintético, más escondido  y simbólico tan  distinto a ese  arte de mayor belleza de la pintura de las cuevas.
figura 24


 Si en la cueva santuario la pared es el cielo donde pintan en la escultura en piedra está el espacio como fondo ontologizador donde las formas contienen dentro de sus límites el sentido ascendente de esta imagen sagrada levantada en estatua totem. Esta muestra  ascendente de caballo tótem sería capaz de movilizar y levantar universos sensibles en el imaginario cultural original. Constatamos en esta representación la portentosa  visión mítica que ya Jorge Oteiza  había descubierto y recreado  así como verificamos con muestras evidentes la teoría oteizarra de la gran aportación cultural civilizadora de esa aventura mediterránea que parte de aquí allí en expediciones en busca del país donde nace el sol. De justicia es rendir homenaje con esta humilde aportación  al gran esteta escultor y poeta Jorge Oteiza verdadero descubridor y promotor de esta  nuestra cultura original  preindoeuropea vigente en la estética de las grandes imàgenes de los mitos fundacionales mediterráneos así como en el sustrato de la lengua y su toponimia

EL HUEVO COSMICO


Dice Juan Eduardo Cirlot en Diccionario de símbolos en Binario; La altura moral de una religión se puede medir por su capacidad para probar en imágenes la superación del dualismo. Termina con el ejemplo de Elíade: Uno de los mitos que expresan con más fuerza y poesía el anhelo de unidad cósmica es el que habla de unificar el sol y la luna obligándoles a juntarse en un solo ser. Lo hemos visto con el nombre de batarrabi en la imagen anterior del Ebro Navarro  y ahora aquí en esta pieza de Burgos aparece en este plano inclinado (Fig.25) unido al plano  lateral derecho, en el centro de la representación  el relieve de una gran esfera definida en toda su profundidad en el lado central izquierdo y complementada en el derecho con la representación de la media luna que  además de dar  sentido de totalidad y unidad con  la esfera conforma arriba en la cúspide la imagen del huevo destacando con sus los bordes  la forma oval.
figura 25

figura 26

En todo lo alto de la imagen en pleno centro del mundo, este huevo del mundo se transforma en huevo cósmico.  No está en lo alto de los montes pirinéicos, donde sitúa Chao el mito del huevo cósmico, sino en pleno firmamento,  en el puro cielo para ser  fecundado por el toro perfectamente definido su miembro que vemos copulando en el extremo superior del huevo cósmico. Cirlot describe el toro mítico en toda su complejidad simbólica, donde  unos ven la imagen del padre o del sol, otros ven la figura de la madre o de la luna y para  otros el toro  es afecto a ambos al sol y a la luna. Al final  para Eliade, aunque la morfología de los cuernos sea signo del creciente  lunar,   el toro   no se refiere  para nada a los astros sino a la fecundidad del cielo.  Se realiza el complejo mito de fertilizar ese cosmos celeste  fecundando el   huevo cósmico por el toro e incubándolo con  la fuerza y el calor de esa unidad del sol y la luna.  La difícil complementación de distintas formas y   figuras a la vez  con tanta limpieza nos muestra a la vista además del trabajo con la técnica de percusión el  uso del buríl de desbaste y el pulido sobre todo en los ahuecados que conforman el toro y la esfera.

figura 27
Debajo del toro en el lado izquierdo, solar o diurno el símbolo tan fundamental de la cúpula astral solar conforma  la cabeza y el cuello de dos animales míticos plenamente identificados  con el sol  que queda delimitado arriba  por la boca del carnero y  abajo por el pico del águila. El lado derecho, lunar y nocturno está dividido por una  recta prominente horizontal que separa una parte alta con representación  de una parte baja sin ella excepto en el pequeño  tramo central debajo de la gran esfera  donde casualmente desaparece la línea que se abre a la manifestación en un pequeño arco que enlaza para resaltar  todo ese  eje central de la representación mostrado como eje y centro  del mundo humano  ascendente que une cielo y tierra  hasta llegar al huevo del mundo, el huevo cósmico ;    En este manifiesto de riqueza mítica vemos en los resaltes bajo la esfera  varios signos y rayas, triángulos invertidos etc. Debajo  de forma muy tenue se ve  asomar  una cabeza lanzando un chorro por la boca marcado  en un leve surco y más abajo y en los bordes varios animales se dibujan superficialmente. La oquedad de la parte  derecha a la vez  que delimita algo la pierna del toro parece querer mostrar algo en unos  trazos negros pintados en su fondo, lo mismo que la franja pintada  de arriba debajo de la cortical puede ser  imagen de la noche frente al día del lado izquierdo solar. Hay en el centro de la esfera debajo del huevo otras dos oquedades que pueden ser la confrontación de la potencialidad dual necesaria en toda creación. Hay otros pequeños signos a interpretar como puede haber otras interpretaciones de este gran universo mítico tan rico y complejo recreando este gran matrimonio cósmico presidido por la fecundación celeste sobre el huevo cósmico generador de  vida y germen del eterno renacer. 
  
Cuando se está formando  la estructura material de la piedra de sílex rompiendo su homogeneidad suelen aparecer  otros materiales  diferentes de mucha más dureza como el cuarzo  amalgamados y comprimidos formando huecos de formas y colores distintos y siempre sobresaliendo no solo naturalmente cuando asoman en relieve sino cuando aparecen en  formas superficiales o en geodas. Aquí traspasando de lado a lado aparece como pequeña geoda  en el lado de la  forma oval y de forma superficial en el otro lado. Si en imagen anterior el toro aparece fecundando el huevo cósmico, aquí esas amalgamas con formas de huevas o semillas semejan  la fecundidad misma, una  verdadera semilla uránica  celeste en el cuerpo del toro formado por el huevo mismo como continuación de la cabeza(Fig.27). Debajo del triángulo formado por la pequeña geoda estan las formas de una gallina  finamente lascada y encima  en la parte superior la linea que forma  el extremo del borde podría ser símbolo fálico de copulaciónsobre el pequeño triángulo geoda. En la imagen del otro lado  (Fig.26) un  chamán con cabeza de pájaro  tiene a sus espaldas  la superficie de amalgamas de cuarzo y delante a la altura de su vientre como dos brazos extendidos lo que parecen dos cuernos.

Ambas piezas de Burgos y del Ebro navarro  parecen referir el mito de la fecundidad celeste plasmado en la fecundación del huevo cósmico por el toro. Esta figura del huevo en relieve contrasta con la imagen plana del huevo de  la pieza x anterior y con otras imágenes como la pieza 27 representación de la gallina ¡como no! con su huevo en el centro en forma de cúpula sobre faceta cortical que contrasta con su reverso muy claro y significativo sobre una forma arqueada que parece recoger con claro sentido celeste la figura de un toro.
figura 28

figura 29
figura 29
 Podemos ver también el huevo cósmico en todo su volumen de 9 cm. de largo por 5 y medio de ancho agrandado en su base para formar un soporte plano que da una altura de 7cm. En el lateral de la parte menos blanca está la mayor parte de las  cúpulas alguna sin esfera, otras con ellas e incluso una pequeña cúpula contiene dos esferas. Hay todo un firmamento representando este el huevo cósmico en todo su volumen  apoyado sobre una ligera   base plana donde también distinguimos ese mundo telúrico, generatriz formado de cuarzo  y calcedonias y  una oquedad en el borde  de donde sube una hilera de pequeñas cúpulas bordeando ese extremo lateral. Ese mundo emergente de su base (Fig´29) desemboca en una gran cúpula y compone con otra semejante lindante en el plano lateral; esa dualidad tan sobresaliente que está en el Ritual egipcio como descripción del universo << Huevo concebido en la hora del gran uno de la fuerza doble>>.