Dice Juan
Eduardo Cirlot en Diccionario de símbolos en Binario; La altura moral de una
religión se puede medir por su capacidad para probar en imágenes la superación
del dualismo. Termina con el ejemplo de Elíade: Uno de los mitos que expresan
con más fuerza y poesía el anhelo de unidad cósmica es el que habla de unificar
el sol y la luna obligándoles a juntarse en un solo ser. Lo hemos visto con el
nombre de batarrabi en la imagen anterior del Ebro Navarro y ahora aquí en esta pieza de Burgos aparece
en este plano inclinado (Fig.25) unido al plano lateral derecho, en el centro de la
representación el relieve de una gran
esfera definida en toda su profundidad en el lado central izquierdo y
complementada en el derecho con la representación de la media luna que además de dar
sentido de totalidad y unidad con
la esfera conforma arriba en la cúspide la imagen del huevo destacando
con sus los bordes la forma oval.
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figura 25 |
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figura 26 |
En
todo lo alto de la imagen en pleno centro del mundo, este huevo del mundo se
transforma en huevo cósmico. No está en
lo alto de los montes pirinéicos, donde sitúa Chao el mito del huevo cósmico,
sino en pleno firmamento, en el puro cielo
para ser fecundado por el toro
perfectamente definido su miembro que vemos copulando en el extremo superior
del huevo cósmico. Cirlot describe el toro mítico en toda su complejidad
simbólica, donde unos ven la imagen del padre o del sol, otros
ven la figura de la madre o de la luna y para
otros el toro es afecto a ambos
al sol y a la luna. Al final para
Eliade, aunque la morfología de los
cuernos sea signo del creciente
lunar, el toro no se refiere para nada a los astros sino a la fecundidad
del cielo. Se realiza el complejo
mito de fertilizar ese cosmos celeste fecundando el huevo cósmico por el toro e incubándolo
con la fuerza y el calor de esa unidad
del sol y la luna. La difícil
complementación de distintas formas y
figuras a la vez con tanta
limpieza nos muestra a la vista además del trabajo con la técnica de percusión
el uso del buríl de desbaste y el pulido
sobre todo en los ahuecados que conforman el toro y la esfera.
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figura 27 |
Debajo del
toro en el lado izquierdo, solar o diurno el símbolo tan fundamental de la
cúpula astral solar conforma la cabeza y
el cuello de dos animales míticos plenamente identificados con el sol
que queda delimitado arriba por
la boca del carnero y abajo por el pico
del águila. El lado derecho, lunar y nocturno está dividido por una recta prominente horizontal que separa una
parte alta con representación de una
parte baja sin ella excepto en el pequeño
tramo central debajo de la gran esfera
donde casualmente desaparece la línea que se abre a la manifestación en
un pequeño arco que enlaza para resaltar
todo ese eje central de la
representación mostrado como eje y centro
del mundo humano ascendente que
une cielo y tierra hasta llegar al huevo
del mundo, el huevo cósmico ; En este
manifiesto de riqueza mítica vemos en los resaltes bajo la esfera varios signos y rayas, triángulos invertidos
etc. Debajo de forma muy tenue se
ve asomar una cabeza lanzando un chorro por la boca
marcado en un leve surco y más abajo y
en los bordes varios animales se dibujan superficialmente. La oquedad de la
parte derecha a la vez que delimita algo la pierna del toro parece
querer mostrar algo en unos trazos
negros pintados en su fondo, lo mismo que la franja pintada de arriba debajo de la cortical puede
ser imagen de la noche frente al día del
lado izquierdo solar. Hay en el centro de la esfera debajo del huevo otras dos
oquedades que pueden ser la confrontación de la potencialidad dual necesaria en
toda creación. Hay otros pequeños signos a interpretar como puede haber otras
interpretaciones de este gran universo mítico tan rico y complejo recreando
este gran matrimonio cósmico presidido por la fecundación celeste sobre el
huevo cósmico generador de vida y germen
del eterno renacer.
Cuando se está
formando la estructura material de la
piedra de sílex rompiendo su homogeneidad suelen aparecer otros materiales diferentes de mucha más dureza como el
cuarzo amalgamados y comprimidos formando
huecos de formas y colores distintos y siempre sobresaliendo no solo
naturalmente cuando asoman en relieve sino cuando aparecen en formas superficiales o en geodas. Aquí
traspasando de lado a lado aparece como pequeña geoda en el lado de la forma oval y de forma superficial en el otro
lado. Si en imagen anterior el toro aparece fecundando el huevo cósmico, aquí
esas amalgamas con formas de huevas o semillas semejan la fecundidad misma, una verdadera semilla uránica celeste en el cuerpo del toro formado por el
huevo mismo como continuación de la cabeza(Fig.27). Debajo del triángulo
formado por la pequeña geoda estan las formas de una gallina finamente lascada y encima en la parte superior la linea que forma el extremo del borde podría ser símbolo
fálico de copulaciónsobre el pequeño triángulo geoda. En la imagen del otro
lado (Fig.26) un chamán con cabeza de pájaro tiene a sus espaldas la superficie de amalgamas de cuarzo y
delante a la altura de su vientre como dos brazos extendidos lo que parecen dos
cuernos.
Ambas piezas de Burgos y
del Ebro navarro parecen referir el mito
de la fecundidad celeste plasmado en la fecundación del huevo cósmico por el
toro. Esta figura del huevo en relieve contrasta con la imagen plana del huevo
de la pieza x anterior y con otras
imágenes como la pieza 27 representación de la gallina ¡como no! con su huevo en
el centro en forma de cúpula sobre faceta cortical que contrasta con su reverso
muy claro y significativo sobre una forma arqueada que parece recoger con claro
sentido celeste la figura de un toro.
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figura 28 |
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figura 29 |
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figura 29 |
Podemos ver también el huevo cósmico en todo su volumen de 9 cm. de largo por 5 y medio
de ancho agrandado en su base para formar un soporte plano que da una altura de
7cm. En el lateral de la parte menos blanca está la mayor parte de las cúpulas alguna sin esfera, otras con ellas e
incluso una pequeña cúpula contiene dos esferas. Hay todo un firmamento
representando este el huevo cósmico en todo su
volumen apoyado sobre una ligera base
plana donde también distinguimos ese mundo telúrico, generatriz formado de
cuarzo y calcedonias y una oquedad en el borde de donde sube una hilera de pequeñas cúpulas bordeando
ese extremo lateral. Ese mundo emergente de su base (Fig´29) desemboca en una gran
cúpula y compone con otra semejante lindante en el plano lateral; esa dualidad
tan sobresaliente que está en el Ritual
egipcio como descripción del universo <<
Huevo concebido en la hora del gran uno de la fuerza doble>>.
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