PIRÁMIDES Y ESFINGES


 La más extraordinaria representación de Egipto la pirámide es un legado que vemos partir  de aquí en Navarra en la cultura del Ebro  Se prueba y ratifica lo descubierto por.J. Oteiza  el gran aporte cultural parte de aquí  a Oriente en el preindoeuropeo vasco dentro de la gran aventura mediterranea en busca del sol. Egipto, donde todo gira en torno al sol, recibe también el legado de la cúpula con la esfera como signo solar en el centro, tomando este símbolo del uno todo como imagen sagrada del sol, del Dios Ra. Incluso recoge en el escarabajo empujando la bola de excremento  el mismo sentido excrementario que se esconde en el sol (eguski) del mito solar vasco recreado por Bateille.

Hemos visto una muestra de ese legado mítico, simbólico y estético en esa extraordinaria columna y árbol cósmico (Fig.2-3) modelo original y  símbolo mítico que devendrá en Menhir betilo, obelisco o zigurat. Hay un sustrato  lingual que traduce esa influencia  desde el preindoeuropeo vasco en la palabra  Pelasgo: Pela = Gran pedazo y go: superior, puede tener ese referente de gran zona de influencia superior mediterránea. La traducción en preindoeuropeo  de EGIPTO: egi de egia (verdad) y peto (igual): verdad igual es la traducción de esa influencia y semejanza simbólica y arquetípica  que exponemos. Ya hemos visto al Esculapio egipcio Asclepios o Asclapi(o)s conservando el lapis la piedra curativa del arte y cambiando (Esku) la mano de Eskulapio por su acción liberadora (Aska).

figura 11
Mucho antes de aparecer en Egipto las primeras pirámides las vemos aquí mostrando su origen asociada con la montaña y conformando su lado derecho. Luego vemos representadas la forma piramidal en dos pequeñas piezas de sílex de finales  del paleolítico superior.

Pero contemplamos dos piezas de 8 / 5`6cms  8(Fig. 11) y 12 / 9`5 (fig.12) mucho mas arcaicas, muestras  de una cultura funeraria más originaria, que parecen compendiar en ellas la prerrogativa protectora de la esfinge vuelta sobre si en ángulo agudo quedando la cabeza como  vértice dando lugar a la forma triangular de la pirámide que vendrá.    

figura 12
En la primera imagen de la montaña - (Fig.13) el triángulo pirámide  además de conformar la  montaña converge en la mitad  del refugio  cueva a la vez  centro y eje del mundo lugar sagrado refugio para los vivos y sobre todo de acogida  donde enterrar a sus muertos.  A ese centro del mundo asciende esa línea vertical para unirse también  con la línea horizontal izquierda y la derecha que delimita la pirámide y el refugio  de la montaña.  . En la lengua vasca este espacio estético unificador es << erdi centro y se da una identidad de significado ber (mismo) berdin (idéntico) entre dos sentidos distintos de un único punto de referencia.>> Joseba Zulaica – TRATADO ESTÉTICO RITUAL VASCO – 2142 – Ed. Baroja.




figura 13

figura 14

Ese erdi (centro) que unifica e iguala  berdin  la pirámide con la montaña viene a significar en esta imagen ese centro superior, ombligo  del mundo, símbolo que vendrá a llamarse ónfalo  centro cósmico<<donde se produce la comunicación entre el mundo de los hombres , el de los muertos y el de los dioses>> (Cirlot en diccionario de símbolos). Los primeros santuarios son las cuevas donde toda la realidad  del mundo humano se integra en un mundo paralelo mítico superior y sagrado. En este centro, refugio y  santuario es el referente mítico de los grandes  ritos  como los ritos de paso o enterramiento.

Lejos de las cuevas en la cultura de los llanos del Ebro de Navarra el hombre paleolítico concibe ese espacio sagrado recreando su propio centro  santuario  en las puras formas del triangulo piramidal para suplir a ese templo de la naturaleza la  montaña refugio cueva  no disponible en su hábitat. De esta cosmología matriz de origen nace del triángulo pirámide primer templo concebido por el hombre fusionado con la imagen de la montaña.   En el plano algo dañado del triángulo pirámide se aprecia la representación  de algunas aves en vuelo. El declive de la montaña lo forma la  imagen de una  hoja
.
En la otra cara de la misma  pieza (fig.14) aparece únicamente la imagen de la montaña que se eleva y  parece flotar sobre la representación de una barca definida en  la parte inferior bajo  esa  franja   horizontal. La barca vehiculo de salvación para dar el paso postrero a la otra vida en Egipto la recoge Cirlot en su diccionario según Bachelard como cuna recobrada  y claustro materno  

figura 15
 Mucho antes del transcendentalismo religioso que viene de oriente el artista ha liberado un  espacio sagrado de absoluto estético. Worringer da la palabra a Rielg: El ideal arquitectónico de los antiguos egipcios probablemente alcanzó su más pura expresión en el monumento mortuorio de la pirámide.

Bastante característico de este arte y destacable sobre todo en estas piezas es  la fusión de  abstracción y naturalismo que son para Worringer los  dos estilos antagónicos del arte.



figura 16
Martin Lings dice en Símbolo y Arquetipo –pag.68. << Toda obra maestra del arte tiene dos mensajes, uno de ellos más o menos común entre sus pares y otro más o menos propio de sí misma y es ese mensaje compartido global y sintético el que nos atañe aquí. Hay algo en cada uno de sus logros que nos fuerza a reconocer que la obra en cuestión ha caído del cielo y se trata del lenguaje de los dioses.>>  Aquí el lenguaje superior del arte es de realidad emergente  El mensaje propio deja ver esa relación  de sociedad que se  establece a través de ese centro superior de la montaña sagrada que es además centro unificador de dualidades integrador de mundos   y de analogías simbólicas como principal mensaje de este lenguaje de unidad característico de este arte en el origen. Definir las dimensión simbólica de la  pirámide en el plano de un triángulo es recoger lo esencial del signo dado lo dificultoso de conseguirlo en volumen. Dos pequeñas piezas de sílex de parecido tamaño: 7 cms. de largo ambas por 5`3 y 5`8 de alto plasman distintas formas de interpretar este arquetipo.


figura 17
La primera  pieza vista por ambas caras en las dos imágenes de arriba.  tiene plena referencia analógica con la clásica pirámide egipcia y  con la esfinge que aquí aparece integrada como león guardián  La base en forma curvilínea acaba con borde agudo y puede sugerir una barca que en Egipto es común en las tumbas como barca de Ra. La única semejanza con la otra pirámide de abajo está en el lado más largo del triangulo que cae hasta el extremo inferior en línea recta acabando en una cavidad o hueco con  restos de una geoda y distintas esferitas y rodeada de signos, el solar es claro y un cuerno  así como una posible cabeza de caballo y una de carnero. Es una muestra de ese mundo  mágico, ctónico  y matriarcal preindoeuropeo, el mismo mundo regenerativo de Osiris de paso al eterno renacimiento. En la imagen 1ª de arriba (Fig.15) en el lado izquierdo de la pirámide asoma el cuerpo del león  perfilando su cuerpo y su melena. En el plano  lascado del otro lado en la 2ª imagen (Fig. i6) bajo el vértice en forma de cabeza resalta un pequeño rectángulo caja o féretro significando la función mortuoria de la pirámide y que aparece asomado al borde lateral derecho. En el otro detalle con dos lascados conforman un ahuecado redondeando el morro del león siguiendo la línea que sube contorneando su cabeza  para unirse en la frente del león donde se corta el triángulo pirámide   del lado derecho. La tumba y su león protector   que perfila su cuerpo en el extremo de  la pieza de esta prodigiosa representación es copia exacta del Egipto del valle de los reyes  ese valle de Guiza que parece rememorar  esa vieja verdad  de la experiencia tempiterna de inmortalidad.

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