Lejos de las cuevas se encuentran otras artes como la pintura sobre guijarros que se da con profusión en ese eje del Ebro. Si antes ya existía el hombre escultor en la talla de sílex y en el clásico arte mueble y seguramente también en madera y barro surgirá la pintura y el grabado con nuevas técnicas. Los grabados en piedras corrientes se pierden y no se pueden visualizar.
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| figura 1 |
Parece ser que el hombre escultor del Ebro abandona en parte la escultura al salir del paleolítico con un nuevo lenguaje de pintor sobre guijarros en un estilo abstracto que parece específico de aquí y que puede haber perdurado durante varios miles de años. El guijarro loseta de la figura 1 mide 21`7 cms por 20`5 y 3 cms de grosor parece de estilo más informal, escueto y arcaico que la contigua figura 2 de 18 por 13 cms y 7 cms. de grosor. Salen de una escultura a la pintura abstracta sobre guijarros en otro estilo con que ordenar las formas y liberar espacios sin figuras. Sin embargo la abstracción en el estilo de la imagen Nª 2 parece querer concretar alguna figura natural difícil de distinguir casi siempre en la gran proliferación de imágenes desfiguradas.
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| figura 2 |
Tiene connotaciones con la pintura sobre guijarros aziliense sobre todo sobre todo en la figura 1 además de tener simultaneidad temporal en un hábitat de modelo de subsistencia más ganadero y recolector.
El eje del Ebro navarro y riojano es su centro. Este arte del Ebro tan característico y original no se parece a ninguno ni es escritura de figuras como la jeroglífica ni nace como la cuneiforme para el lenguaje contable de los escribas en las primeras civilizaciones mediterráneas, sino de un lenguaje de totalidad propio del arte. Como enfatiza Gombrich en referencia al arte abstracto: Uno podía imaginar una nueva realidad visual para que fuera representada por la pintura
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